La dama boba
de Elena Garro, es una pieza en tres actos, que narra los sucesos que le pasan
a Francisco, un joven actor que llega a Coapa, junto con otro grupo de actores
a representar La dama boba de Lope de
Vega. Francisco es el Maestro en la obra, por esta razón es que el Alcalde de
Tepan lo confunde con un maestro de verdad, así que Francisco desaparece a mitad
de la obra, y no se sabe qué es de él hasta el segundo acto, cuando nos
enteramos que don Avelino lo raptó y lo llevó a su pueblo para que se haga
cargo de la escuela.
La obra ciertamente es confusa en algunos momentos, debido a que los personajes se desplazan a través de sus
otros personajes teatrales. Pone en juego lo que Daniel Meyran llama el discurso
temporal y presente, es decir, el aquí y ahora. Los diálogos son una
representación de la obra de Lope, pero también de la realidad que viven esos
personajes dentro de la obra de Garro. Estamos frente a una metateatralidad en
la que lo importante son las acciones que se llevan a cabo por los personajes:
el texto dramático es el documento de la acción humana, en el que se conjugan
la teatralidad, historicidad y la literatura.
Tanto en Tepan como en Coapa los
personajes se caracterizan por tener un pensamiento ideológico diferente a los
actores que vienen de la ciudad. Garro los describe en ocasiones muy inocentes,
otras un tanto ladinos. La imagen del indio o del hombre de campo tiene ciertos
elementos característicos de la obra de esta escritora (la ignorancia, también el menosprecio
de la mujer). Pero además, los asocia a un pensamiento más mítico y poético. Francisco
termina enamorado de Lupe, porque encuentra embriagantes las diferencias.
La
dama boba es el pretexto para hablar del juego de máscaras, el enredo
amoroso y el drama como conflicto. La obra es antistoria, según el término de
Meyran, ya que es la puesta en escena del imaginario social de ayer y hoy.
También, al fondo se percibe un cuestionamiento fundamental de la sociedad
mexicana, las diferencias de clases, de raza, de género. El teatro es una realidad, porque para estos personajes el teatro
es el centro en la plaza donde se desarrolla todo, pero a la vez se subvierte esa
realidad. Para Garro, al igual que lo propone Meyran, el teatro es un espacio
físico y concreto, en el que la historia se construye y la teatralidad se hace
historia. Finalmente, la boba no
es tan boba, pero aun cuando Francisco ya no quiere irse, el final trágico de los enamorados se hace presente.
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